Project Description
Patología craneoencefálica
Tumores cerebrales
Los tumores cerebrales pueden ser benignos y malignos. Los benignos más frecuentes son:
- Meningiomas
- Astrocitomas I
- Craneofaringiomas
- Adenomas de hipófisis
- Ependimomas I
- Neurinomas del acústico
- Algunos tumores de la región pineal
Los tumores benignos deben ser extirpados completamente para su curación aunque a veces por su localización y tamaño es imposible. Para estos casos contamos con otros métodos como son la radiocirugía para complementar su tratamiento.
Pueden estar situados en cualquier parte del cráneo y se diagnostican con RM cerebral y angioRM para ver la vascularización. El tratamiento es la extirpación completa en uno o dos tiempos y si queda algún resto se puede en algunos casos dar radiocirugía que es una radioterapia selectiva.
La curación es completa en la mayoría de los casos una vez completado el tratamiento quirúrgico.
Los astrocitomas se pueden localizar a nivel supratentorial, es decir, en la fosa anterior o media y a nivel infratentorial. En los adultos existe una gran proporción de astrocitomas malignos que se tratan con cirugía la mayoría de los casos, más radioterapia y quimioterapia con Temodal. Una de las técnicas modernas es realizar una quimioterapia local colocando Gliadel (carmustina) sobre el lecho tumoral una vez extirpado el tumor.
En los astrocitomas de bajo grado en los niños y adultos la curación se consigue con la extirpación total.
Francisco Villarejo, Jose Maria Belinchón de Diego, Álvaro Gómez de la Riva. Prognosis of cerebellar astrocytomas in children. Child’s Nervous System 2008; 24(2): 203-210.
F.J. Villarejo, J.M. Belinchón, R. Alfaro, C. Pérez, B. Rivero, A. Pascual, F. Cordobés. Tumores espinales infantiles. Neurocirugía 2009; 20(1): 25–30.
A nivel infratentorial, es decir en la fosa posterior, los tumores más frecuentes son los meduloblastomas y los astrocitomas de bajo grado de las cuales tenemos gran experiencia y que recientemente se publicó una revisión de 203 casos con la cirugía se consigue la curación.
A nivel del tronco cerebral se puede operar con éxito los exofíticos, los bulbocervicales y los quísticos. Los difusos tienen mal pronóstico. Recientemente publicamos una revisión de los casos operados en el Hospital del Niño Jesús (Tumores de tronco cerebral en la población pediátrica. F.J. Villarejo; M.P. Ferrara; J.M. Belinchón; L. Madero; B. Rivero; F. Cordobés; A. Pascual; C. Pérez-Díaz e I. de Prada. Neurocirugía. 2008; 19: 551-555).
En los tumores pequeños es de gran ayuda la neuronavegación con la que localizamos perfectamente el tumor y conseguimos su extirpación sin dañas las estructuras vecinas.
Podemos ver en la siguientes figuras un craneofaringioma en la RM antes y después de la extirpación total y el aspecto quirúrgico del tumor comprimiendo los nervios ópticos y después de la extirpación total.
Los neurinomas del acústico normalmente si son pequeños (2,5 cm) se tratan con radiocirugía o con microcirugía. Si tienen un tamaño grande se les puede realizar microcirugía para intentar extirparlos completamente, si no es posible se hace extirpación intracapsular más radiocirugía.
El ependimoma III, IV es otro tumor maligno intracraneal y sobre todo intraventricular y se le aplica el mismo tratamiento.
El meduloblastoma es un tumor maligno que ocurre normalmente en el cerebelo de los niños aunque pueden aparecer en los adultos. Su tratamiento es cirugía radical más radioterapia y quimioterapia, aunque si el niño es menor de 3 años no se debe aplicar radioterapia.
Otras veces son más severos con pérdida de conciencia y edema cerebral importante. Estos se tratan en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Los aneurismas arteriales normalmente hoy día se tratan por embolización. Son pequeñas o grandes dilataciones que ocurren en los vasos cerebrales y que se pueden romper produciendo una hemorragia subaracnoidea. Antes se operaba por vía intracraneal colocándolos un clip en el cuello para aislarlos. Hoy día sólo se operan los que no se puede embolizar.
Las malformaciones arteriovenosas son ovillos de vasos arteriales y venosos que a veces se rompen y produce hemorragias. La mayoría se tratan con radiocirugía.
El tratamiento de los quistes aracnoideos cuando alcanzan un volumen grande y produce un cuadro compresivo es variable. Se pueden realizar tratamiento con endoscopio es decir introducir un endoscopio a través de un trépano y comunicar el quiste con una cisterna o bien abrirlas directamente a través de una craniectomía y comunicarlas con una cisterna o por último colocar una derivación cistoperitoneal, es decir una válvula desde el quiste al peritoneo.
También hay una hidrocefalia que se produce en las personas mayores y que se llama de baja presión y que se produce porque el l.c.r. no se absorve.
Los síntomas de la hidrocefalia son la hipertensión intracraneal, cefaleas, vómitos y edema de papila, y en la hidrocefalia de baja presión trastornos de la marcha, pérdida del control de la orina y cambio de carácter. El tratamiento en las primeras es con la endoscopia cerebral que mediante un trépano se pasa un endoscopio al III ventrículo y se abre el suelo de este comunicándolo con la cisterna, o bien con derivaciones o válvulas de l.c.r. que llevan el líquido hasta el peritoneo donde se absorve.
Cuando se cierran los dos coronales la malformación se llama braquicefalia y el cráneo está aplastado de adelante hacia atrás, si es una sutura coronal se denomina plagiocefalia anterior y si es una lambdoidea, plagiocefalia posterior y si es la metópica, la malformación se llama trigonocefalia. Si la deformación es muy importante se operan antes de los 6 meses mediante operaciones sencillas en las que se extirpa la sutura cerrada y se remodela el cráneo. Hay un tipo de plagiocefalia llamada postural en el que las suturas no están cerradas pero se deforma el cráneo por la postura. El tratamiento es con rehabilitación postural o cascos ortopédicos.
La espina bífida abierta prácticamente ya no se ve, y son el mielomeningocele, el meningocele y el mielocele. El tratamiento preventivo antes del embarazo (3 meses) y durante el embarazo (3 primeros meses) ha hecho que desaparezcan: de cualquier forma cuando ocurre, en nuestra opinión el tratamiento es la intervención quirúrgica.
La espina bífida oculta está formada por las malformaciones como los lipomas, senos dérmicos, diastematomielia, etc. que anclan la médula. Se operan con técnicas microquirúrgicas antes del año de vida.
El tratamiento quirúrgico cuando está indicado es la descompresión ósea, se extirpa el arco posterior del atlas y parte de la escena occipital, también se puede abrir la duramadre y colocar una plastia dural.
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